A veces solo siento que está guerra infernal conmigo misma no tendrá final, que no importa que tan fuerte traté de amarme y tener confianza en mi, yo siempre me veré sencillamente despreciable.
Menos mal que yo siempre muero en privado y tiendo a renacer en soledad, odiaría que alguien me viera derrumbarme en público y que todos descubran que aún tengo un corazón que no ha olvidado del todo el cómo saber amar.