Tumgik
#jaquimeshi
jaquem · 9 months
Text
Confíe a ciegas en ti. Te dejé entrar a lo más profundo de mi ser. Y estás resultando más desgarrador que los demás. Me estás rompiendo el corazón igual.
102 notes · View notes
jaquem · 4 months
Text
Y mientras menos te pienso, más suenan las canciones que me hacen recordarte. Como si el destino quisiera decirme algo. O como si solo se estuviera burlando de mí.
6 notes · View notes
jaquem · 6 months
Text
Está bien si me quitas toda la ropa, ahora mismo. Porque no me interesa vivir una historia de amor, al menos no en este tiempo, al menos no contigo, al menos no a tu lado por ahora. No hablemos de lo que queremos más tarde.
Ya no importa cuántas veces escribiste y borraste el mensaje sin enviarlo, al igual que tú, yo también lo hice muy seguido.
Está bien si me haces tuya una y otra, y otra vez. La noche es larga y no llevo prisa. Podrías incluso, besar cada poro de mi espalda, date el tiempo de contar todos los lunares que tengo desde el cuello hasta la pelvis.
Podrías tomarte el tiempo para acariciar todas las cicatrices que tengo en el cuerpo, yo te contaría la historia de cada una de ellas. Podrías detenerte y recostarte justo en mi ombligo, mientras acaricio tu cabello y te cuento lo mucho que me gustas.
Ya no importa si no habrá un mañana o una siguiente vez. Ya no me importa si me dolerá cuando me tenga que marchar, pero venga, hazme el amor como la primera vez.  
9 notes · View notes
jaquem · 3 months
Text
Si pudiera contarte acerca del deseo con el que te miro, con el que te escribo, con el que te pienso. Las ganas con las que te sueño y con las que te hago realidad. Quizás entenderías que vivo condenada a ti, tal vez para siempre.
Me he esclavizado por adorar tu figura, tu estatura, tu complexión y tu cuerpo entero. Me he esclavizado por no querer dejar de escuchar tu voz, lo que piensas y lo que sientes, lo que te pasa por la mente mientras fumas mariguana en el comedor. Me he esclavizado por enviciarme del sabor de tu saliva, de la textura de tus labios, por sentir tu lengua resbalarse por todo mi cuerpo.
Vivo cautiva de tu cara, del color de tus ojos y la forma de tu sonrisa, de lo bien que se siente la piel de tus mejillas cuando paso mis labios sobre ellas. Vivo cautiva de tus manos cuando me arrancan la ropa y me aprietan el cuello cuando me haces llegar al orgasmo, cuando me acarician cada rincón del cuerpo y me hacen recordar que este sueño se ha materializado.
Así que ven rápido, ven ya. Que me urge perderme otro ratito en ti.   
5 notes · View notes
jaquem · 9 months
Text
W37
Llevo quizás más de un año sin poder bajarme de esta montaña rusa de emociones. Porque a veces me siento arriba y muchas veces me siento abajo.
Y cada que pienso que voy mejor, alguien/algo llega con un gancho al hígado para recordarme que no estoy ni cerca de estarlo. Este intermitente vacío que siento en la boca del estómago sin aparente razón alguna es el que me hace recordar lo mucho que sigue doliendo. Y a veces solo quisiera arrancármelo del cuerpo y así ya no sentirlo más.
He experimentado las emociones más amargas en este ultimo año. Y evidentemente, nunca imaginé pasar por una tristeza inmensa que me tumbara por días, pues siempre destaqué por ser una niña de buen humor y con una sonrisa siempre. Pero este dolor no me suelta, y a veces quisiera encontrar una pastilla para desaparecerlo; como si fuera un dolor de estómago o de cabeza, sin embargo, las sigo buscando.
Y no sé, sigo tratando de mantener buena cara ante esta situación y pensar que cada vez estoy más cerca de lograrlo. Pero hay días en los que las ganas y el positivismo no logran rebasar los malos ratos. Y no sé, quizás en esta ocasión sean las hormonas hablando por mí, o realmente sea el vacío que volvió a aparecer. Pero, pues bueno, aquí seguiremos peleando por seguir mejorando.
11 notes · View notes
jaquem · 7 months
Text
Cuando estoy envuelta en tus brazos, nada más me importa.
No importa si me abrazas en viernes o me abrazas en lunes. Si lo haces durante el verano o me cubres del invierno. No importa si durará para siempre o terminará mañana.
Porque cuando estoy envuelta en tus brazos, no me importa si no hablamos mañana sino hasta la próxima semana. Tu aroma y calor me alcanzan a cubrir todos los días hasta volverte a abrazar.
Cuando me envuelves con cariño, no me importa si me tendré que ir llegada la noche o te quedarás conmigo pasado el amanecer. No me importa siquiera pararme de puntitas para apenas alcanzarte a rozar la mejilla.
Abrázame fuerte; no importa si estamos desnudos, no importa si usamos hoodies o si nuestras playeras están llenas de pelitos de los perros. Solo no dejes de abrazarme, que en ese momento solo somos tu y yo ❤️‍🔥
10 notes · View notes
jaquem · 9 months
Text
Así me fui perdiendo en el inmenso placer que me daban tus brazos. Podía ser por las noches, hinchados en alcohol. O por las mañanas cuando nos despertaba el hambre. No había preferencia, me perdía igual sin importar si la luz del sol nos daba en la cara o si la luz de la luna iluminaba las ventanas.
No conocía una sed más deshidratante -incluso teniendo resaca- como cuando me quedé sin el sabor de tu saliva. Y me acuerdo lo peligrosamente adictivos que resultaban ser tus besos porque me encantaba sentir la textura de tus labios húmedos sobre los míos. Como si fueras así un vicio, una adicción.
Porque la abstinencia me está doliendo, me está lastimando. ¿Por qué tuviste que saber tan bien, sentirte tan bien? Y hoy estoy convencida de que no eres lo que quiero para mí vida, porque con mi perdición tengo, ¿para qué quiero la tuya? Y mi pasado pesa demasiado como para también cargar el tuyo.
Sin embargo, quiero seguir inyectándome la pasión que sentíamos al estar desnudos, sentir tu cuerpo sobre el mío una vez más. Quiero seguir inhalando el olor que sueltas por todos tus poros y sentirlos en las yemas de mis dedos cuando los acaricio despacio. Quiero seguir siendo esclava de esa risa que resuena en mi cabeza hasta el día de hoy, seguir hipnotizada incluso de la simple mueca que hacías al sonreír y se miraba muy bien impresa en tu rostro.
Y quisiera que nuestras vidas no se hubieran encontrado así de rápido. Que no nos hubiéramos probado de inmediato. Porque así yo no sería tan adicta a ti. Porque en definitiva eres mi droga favorita, la única perfecta.
7 notes · View notes
jaquem · 2 months
Text
Te pareces mucho a esa canción, porque suenas y me dan ganas de bailar. Cuando te escucho, no quiero escuchar nada ni nadie más. Como esa canción, cada vez que te veo me dan ganas de cantarte. Me dan ganas de repetirte una y otra vez. Si fueras esa canción, te subiría el volumen al máximo y te escucharía en la sala, en el carro y en el comedor, pero sobre todo me encantaría reproducirte a diario en la ducha.
2 notes · View notes
jaquem · 2 months
Text
LOS TEXTOS
Te encontré enredado en los párrafos de mis textos. Esos que no me hacían muy feliz últimamente, porque no decían la verdad, esos mismos que critiqué duramente una semana después de haberlos publicado.
Te encontré sonriente recargado sobre la “P” del título del último que escribí. Columpiándote en la "S" del sentimiento que le había inyectado a cada palabra que se alcanzaba a leer.
Te encuentro ahora culpable de estar escribiendo toda está telaraña.
LOS OJOS
Pero finalmente te materialicé, te soñé y te hice realidad. Pause y te deje de escribir, te tenía que mirar, te tenía que oler, hacerme entender que eras real.
Corrí a tus brazos -esos que me encantan- y al estar colgada de tu cuello, te miré fijamente a los ojos. Nos perdimos así de fácil, así de rápido, así de lindo.
No me decías nada, no te decía nada. Estaba terminando de digerir lo bello que eran, lo bien que combinaban esas pestañas rizadas con esas pupilas oscuras y dilatadas.
Desde ese día comencé a mirarte en todos lados, incluso teniendo los ojos cerrados.
LOS LABIOS
Me perdí tanto en tu mirada, que comencé a divagar, entre las cosas que imaginé, quise ser una abeja que se estaciona en su flor, siendo tus labios la flor y yo la abeja que no deja de saborear la saliva que hay por dentro de ellos. Quería calmar mi sed, esta sed que tengo de tan solo probar un beso tuyo.
Deseaba poner mi lengua sobre la tuya, sentir la textura de tu labio superior y morder suavemente tu labio inferior. Hacer que ese beso se convirtiera en otro y luego otro, y así hasta llegar a diez.
LOS BRAZOS
Y con un poco de suerte, en cada beso lograr acariciarte los hombros. Ir bajando mis manos por todo tu brazo mientras cada beso va culminando. Porque un par de brazos lindos me vuelven loca, y te aseguro que no he visto unos iguales a los tuyos, tan preciosos, tan perfectos.
Imaginaba como ese par de músculos me abrazaban de la cintura mientras seguías platicándome al oído lo mucho que te gustaría que te plasme en textos. Quería que me rozaran toda mi espalda, solo quería sentirlos un poquito por un ratito.
LOS DEDOS
Pero volví a la bonita realidad con la caricia que sentí sobre mi piel. Ese delicado roce de tus dedos sobre mis hombros, me hicieron sudar. No tarde en imaginarme como sería sentir tus manos sobre todo mi cuerpo.
Pero no era mi prioridad, quería seguir perdiéndome en tus palabras y en el cruce de tu mirada con la mía. Ahora moría por únicamente entrelazar tus dedos con los mios.
Solo quería descubrir si tu piel era tan caliente como la mía. Si quizás, al choque de nuestros dedos, chispeábamos los dos.
LOS DESEOS
Porque era lo único que quería ver en ese momento. Ver chispear, chispear tú y yo más de una vez y hacer de esas chispas una llama que ardiera como yo ardía en deseo. Porque no quería dejar de escucharte, no quería dejar de conocerte, no quería dejar de sorprenderme con cada parte que iba descubriendo de ti.
Ardía en deseo no solo por lo que mis ojos veían en tu exterior, sino sobre todo por lo que mis oídos escuchaban por lo que tenías en tu interior. El intelecto y la manera en como me tratas y hablas. Porque eres guapísimo por fuera, pero eres ardiente por dentro.
LA MAGIA
Haberte conocido se sentía como un truco de magia, ese del conejo en un sombrero. En dónde el conejo eran mis miedos, el sombrero eras tú y las palabras mágicas eran todo el confort que me hacía sentir el compartir contigo cada instante que estábamos viviendo.  
Parecía que esas “palabras mágicas” eran ese beso en mi mejilla, esa plática simple, la bebida que compartimos y ese abrazo de despedida, pues no necesitaste nada más para echar todos mis miedos a ese sombrero y hacerlos desaparecer.
2 notes · View notes
jaquem · 3 months
Text
Me acosté en “mi lugar” sobre su cama. Me quedé mirando las paredes de su habitación mientras él terminaba de orinar. Pensaba que siempre es un placer estar ahí, pero me sentía tan cansada que mis parpadeos cada vez eran más largos. Tardaba mucho y solo escuchaba ruidos en su cocina, así que poco a poco me fui perdiendo en un profundo sueño.
Todavía no era de noche cuando llegué a su casa, pero para cuándo desperté -a medias- ya estaba muy oscuro, iluminado por las estrellas. Tenía una manta sobre mi cuerpo y una almohada sobre mi cabeza, mientras él estaba a mi lado jugando Breath of the Wild. Apenas abrí poquito los ojos y me acurruqué cerquita de él, me fui acercando a su cuerpo arrastrándome sobre la colcha y cuando toqué finalmente su torso con mi cabeza, él ya había pausado el juego para abrazarme y darme un rico beso. Le aventé mi brazo sobre su abdomen con la intensión de abrazarlo y el apenas alcanzó a quitar el control del switch, me besó la frente y volví a caer dormida.
Ya no sé ni qué hora era, pero alcancé a escuchar un pequeño susurro sobre mi oído: -Jaque, despierta y cámbiate- Me dijo. Y me acercó una playera guanga que olía a suavizante de vainilla. Me quité el pantalón, la blusa y el sostén, me puse su playera y mientras me cambiaba de ropa, destendió la cama, se metió debajo de las cobijas y me recibió a su lado, con un abrazo.
Dormimos de cucharita hasta el amanecer. Sobrios y sin sexo… Maldición, ¿y ahora? ¿Dónde le pondré el beso de despedida cuando me vaya de su casa? ¿Por qué lo complicamos? ¿Por qué no me arrancó la ropa? ¿Por qué no me folló toda la noche? Porque desde ese día, me sentí más suya y sabía perfecto que terminaría rompiéndome el corazón.  
3 notes · View notes
jaquem · 3 months
Text
Pudimos serlo todo
Pudimos perdernos en las sábanas de tu cama por horas enteras los fines de semana. Pero también pudimos madrugar los domingos para ir a nuestros partidos.
Pudimos pasar una noche entera viendo películas y comiendo porquerías. Pero también pudimos salir al bar a beber mucha cerveza.
Pudiste acariciarme más el cabello mientras me dormía sobre tu pecho, pudiste hacerme más cosquillas, pudiste ponerme más besos sobre mi frente.
Pudiste tomarme más fotos con poca ropa, de esas que guardarías en tu galería y solo tú verías. Pudiste tocarme más canciones bonitas y cantármelas al oído.
Pude tomarte más seguido de la mano. Pude abrazarte por la cintura mientras me estiraba para poder alcanzar a besar tu cuello.
Pude cocinarte por las mañanas mientras salías a pasear a los perros. Pude hacerte reír y reírme también de tus historias sin sentido.  
Pudimos serlo todo. Pero hoy somos nada.  
2 notes · View notes
jaquem · 4 months
Text
Estábamos corriendo en círculos como gallinas sin cabeza, buscando donde refugiarnos de la tormenta que nos provocaban los pensamientos de nuestras mentes. Estábamos buscando un lugar seguro donde solo se escuchará el eco de nuestras risas cuando hablamos tonterías con nosotros mismos. Estábamos buscando sedar el dolor que aún sentíamos en nuestro interior, perdiéndonos en el alcohol y en encuentros casuales de solo una noche.
No queríamos ponernos en riesgo. No queríamos sentir más de lo que debíamos.
Pero fue ahí mismo donde nos encontramos. En las cervezas que bebíamos cada viernes en el bar donde tocaba la banda pedorra de covers de los conocidos de nuestros conocidos. En las noches enredados en las sábanas de nuestras camas, despertando abrazados y actuando como si nada pasara. En las mañanas compartiendo el almuerzo e intercambiando nuestras historias más entretenidas. En las tardes tomando siesta, durmiendo de cucharita, entrelazando nuestras piernas hasta que las babas de los perros en nuestras manos que colgaban a un costado de la cama nos hacían despertar.   
Nos fuimos quitando la coraza. Fuimos olvidando que no debíamos sentir.
Porque pensamos que teníamos algo. Que si era poco, era lo suficiente para hacernos bien. Y que si era mucho, con razón, se sentía tan bien. Nos involucramos tanto que nos alcanzó para limpiar las lágrimas que escurríamos de hace años. Nos curamos tan rápido las heridas porque nos drogábamos metiéndonos dosis completas de besos y caricias. O eso creímos.
Porque, así como llegó, así se fue. Fuimos fugaces, pero no insignificantes. Fuimos torpes y descuidados. Finalmente nos tuvimos que separar y aún me encuentro peleando con tu recuerdo que me invade todas las noches antes de dormir. Ese que se mete en mis sueños y me hace preguntarme si algún día nos volveremos a encontrar.
2 notes · View notes
jaquem · 6 months
Text
Estuve esperando días que se convirtieron en semanas y semanas que se convirtieron en meses. Estuve esperando una llamada, un mensaje que hiciera arder de nuevo mi corazón, pero nunca llegó.
Mientras esperaba, me inventaba historias en mi cabeza y en todas te miraba regresar a mi lado. Y la llama de esperanza no se apagaba, había algo que la seguía alimentando.
No te dejaba de pensar. No te dejaba de soñar. No podía mirar, oler, escuchar algo que no me recordara algún momento contigo. Incluso por las noches cuando menos te tenía presente era cuando más soñaba contigo. Hubo noches enteras de sueños y sueños y todos los recuerdo de principio a fin.
Cerraba los ojos e imaginaba los mejores escenarios, en todos te veía volver. Cerraba los ojos y miraba en mi mente, tu linda cara.
Hoy se me está olvidando. Ya no recuerdo bien cómo era el armazón de tus lentes. No me acuerdo de las arrugas que se marcaban alrededor de tus labios cada que reías.
Estoy olvidando como sonaba tu risa y como se veían las marcas en tus brazos. Ya olvidé, incluso, las historias de las cicatrices de tus manos. Olvide cuando hablamos por última vez y que fue lo último que dijiste al despedirnos.
Ya no recuerdo tu ropa, ni tus tenis, mucho menos el color de tus guitarras. No recuerdo la última canción que juntos escuchamos, tampoco lo último que comimos y tomamos. No recuerdo a qué hora dejé tu casa la última vez que estuve ahí, tampoco si te di un último abrazo. No recuerdo cómo se sentía tu sillón y porque me gustaba tanto dormir ahí.
Estoy olvidando como se veían tus perros y como se sentía la textura de tus manos. Estoy olvidando cuál fue la última historia que me contaste y cuál no terminaste de contarme. Olvide ya, todo lo que me dijiste de tu pasado y presente, de que me tenía que cuidar y como íbamos a llevar las cosas.
Por fin estoy olvidado, ya no me acuerdo que era lo mucho que me gustaba de ti. Por fin te estoy olvidando. O eso parece...
5 notes · View notes
jaquem · 6 months
Text
¿Qué voy a hacer con la música que me recuerda a ti? ¿Qué voy a hacer con los sueños recurrentes de tu cara y tu cuerpo? ¿Qué voy a hacer con los recuerdos tuyos y míos que se me vienen a diario? ¿Qué voy a hacer con el olor del vecino que se parece tanto al tuyo? ¿Qué voy a hacer para dejar de escribirte? ¿Cómo le voy a hacer para olvidarte? Porque yo no imaginaba que tenía que hacerlo, ahora no sé ni por donde empezar a enterrarte.
Tumblr media
3 notes · View notes
jaquem · 5 months
Text
Me parece absurdo lo mucho que me gusta la noche. Mirar el cielo y ver como a veces las nubes envuelven a la luna, ver como otras veces ella sale grande, poderosa y muy brillante. Mirar como las estrellas se observan como unos diminutos puntos que alumbran todo el firmamento, y saber que, aunque se observan pequeñas son preciosas. Me parece aún más absurdo que me gustes más que la noche. Porque tu sonrisa me ilumina más que las estrellas y tus brazos envuelven todo mi cuerpo, envuelven toda mi alma. Mirarte a los ojos mientras hablas con tanta pasión me ha parecido más entretenido que voltear a ver el cielo. Y parece increíble que mi deseo es seguir viendo tus lunares de la espalda, antes que ver una estrella fugaz.
3 notes · View notes
jaquem · 6 months
Text
Una carta hecha para terminar el 2023
Una montaña rusa de emociones describió mi 2023. Un sube y baja de sentimientos que a mis 30-31 años, me hizo desvariar por completo.
Lo empece mal y creí que todo mejoraría fácil y rápido, pero para nada fue así. Las crisis depresivas, el vacío en la boca del estomago y los domingos de llanto aumentaban con los meses. No podía pararlo, no sabía cómo detenerlo. Yo solo quería dejar de sentirlo, pero no sabía cómo arrancármelo del cuerpo. No lo podía hablar con nadie y cada vez me costaba más despertar y actuar como si nada pasara, pero lo seguía intentando, nunca paré en tratar de fingir que todo estaba bien.
Poder puntualizar qué era lo que estaba sintiendo era demasiado difícil, pero el dolor era tan constante que lo comencé a conocer hasta el punto de poder, finalmente, describirlo: vivía refugiada en el tocho, los entrenamientos semanales, los partidos en fin de semana era algo que me mantenían tranquila y hasta cierto punto feliz; pero regresar a casa los domingos y ver caer la noche era como una luna llena para un hombre lobo. Comenzaba a sentir unas ganas imparables de llorar porque algo dolía adentro de mí, justo en la boca del estómago y por más que buscaba una razón, no la encontraba. Por más que quería parar el dolor, no ubicada qué medicina tomar, porqué, si te duele la cabeza una aspirina, si te da gastritis un omeprazol, si me daba una crisis asmática un disparo de seretide. Pero esto era distinto, no encontraba la cura para pararlo y entre el dolor y la desesperación, me estaba volviendo loca.
A veces lloraba minutos, a veces eran horas y otras cuantas lo hacía hasta quedarme dormida. A veces el dolor se albergaba en mi cuerpo por horas, a veces por días, pero incluso a veces se quedaba semanas enteras. Despertar los lunes completamente adolorida, no solo por el ejercicio de todo el fin de semana, sino también por el que sentía en el corazón, era el reto más grande que estaba enfrentando en toda mi vida. Pero nunca me detuve, no me he detenido aún.
Y a pesar de que nada está cerca de ser perfecto, debo aceptar que si ha mejorado en gran magnitud. También quiero mencionar que atravesé por momentos que me dieron mucha calma, mucha paz e incluso muchos que me hicieron muy feliz. Porque claro, de no haber existido este balance, no sé qué hubiera sido de mí, no sé dónde estaría hoy.
Conocí a ciertas personas que me calmaron el dolor, otras que me alentaron a seguir con su cariño y su amor, y unas más que me ayudaron -sin querer- a enfrentar mis inseguridades y uno que otro trauma. Dejé de hablar y ver a amistades que no me sumaban, que no me estaban ayudando en mi proceso de sanción; algunas dolieron y con otras fue fácil desprenderme. Y esto es algo de lo que no me arrepiento, ni me arrepentiré nunca. Reforcé mi amistad con quienes realmente valían la pena y con ellas entendí que amor nunca me va a hacer falta y que sola nuca voy a estar.
Me reencontré con el niño con los ojos más bonitos de este universo, y está vez no solo fue para llevarlo de la universidad a su casa. Está vez el estaba interesando en mi y yo, no lo podía creer. Involucrarme con él, sin duda fue la primera sorpresa más agradable del año. Y no es amor, jamás lo será. Pero me ayudó tanto a volver a confiar en mí, me acarició todas y cada una de las cicatrices que tengo en todo el cuerpo, que no tengo nada más para él que estar totalmente agradecida, porque a pesar de no ser amor, siempre hay respeto, siempre hay cariño, siempre me hace sentir bien. Y no estoy segura de cómo y cuándo terminará, pero mientras esté sanando, quiero que el sea el responsable de suavizar el proceso.
En el camino, me encontré con la segunda sorpresa más agradable del año, me involucré con el niño con la sonrisa más hermosa que le he visto a alguien en toda mi vida. No sé cómo ni cuándo pasó que me perdí tanto en esa mueca que iluminaba su rostro. Fue una relación rápida y fugaz, pero tan fuerte que cuando terminó me dejó rota. Lo conocí y aunque al principio casi todo era incierto, no podía ni quería dejar de verlo, porque él fue el responsable de que yo dejara de llorar los domingos. Y aunque tampoco fue amor, no puedo negar todo lo que me movió. Solo por ver esa sonrisa yo fui capaz de dejar todo, le di exclusividad, le regalé de mi tiempo, le di cariño e incluso mi cuerpo. Pero no fuimos capaces de ir más allá. Un día, sin avisar, se fue y ya no volvió. El dolor era innegable y a pesar de que pensé que volvería a caer hasta el fondo y no fue así, sí dolió bastante. Quizás por mi trauma y necesidad de darle cierre a todo lo que tengo en mi vida, y que esta vez, no pasó. Me gustaría algún día escuchar de sus labios que no hice nada mal, que se fue porque se tenía que ir, que no fue mi culpa. Pero quizás si lo fue, o no. Quizás jamás lo sabré, o tal vez algún día. No lo sé.
A partir de ahí, me he mantenido enfocada en mi recuperación, enfocada en mi trabajo y mi familia, en el deporte y en mi perro, quien es el verdadero amor de mi vida. Sigo trabajando en mi necesidad de sentirme amada y aceptada por los demás, sigo tratando de hacerme entender que no todos son necesarios, que tengo a las personas correctas que me dan el amor suficiente para poder seguir viviendo en paz y tranquila.
Sigo trabajando para no volverme a caer, no hasta el fondo, no de nuevo. Sigo trabajando en mí, para poder tener un 2024 un poco menos difícil.
6 notes · View notes